Imagen: Parque Nacional del Teide, Tenerife | Alex Basha
En estas últimas semanas, el brote de coronavirus se ha convertido en el protagonista absoluto de nuestras vidas. La preocupación por el contagio, el miedo, las noticias, las llamadas o mensajes telefónicos -e incluso los memes- son un tema recurrente en nuestro día a día. La pandemia del Covid-19 ha obligado a la población a permanecer confinada en sus casas. Ha convertido algunos de los lugares más visitados y turísticos del mundo en zonas yermas de gente. Calles desoladas, fábricas cerradas y autopistas vacías son las imágenes que se repiten a medida que el Covid-19 se expande inexorablemente por el mundo. Al mismo tiempo, los niveles de contaminación se han visto reducidos en muchas partes del planeta.
El cese de las actividades humanas está reduciendo los niveles de contaminación
Esta repentina pausa ocasionada por las cuarentenas alrededor del mundo está deteriorando la economía mundial. Asimismo, el efecto colateral de esta enfermedad es el respiro que los humanos le estamos dando a la Tierra. En este caso, el planeta es el mayor beneficiario de esta pandemia.
El cese de toda actividad humana, el descenso de desplazamientos en vehículos de motor, el cierre de la producción en las industrias y la reducción del consumo está dejando a su paso cielos más claros, aguas más limpias y la disminución de los niveles de contaminación en el aire.
Las lecturas de los satélites de monitoreo de contaminación de la NASA y la Agencia Espacial Europea –ESA– han detectado disminuciones significativas en el dióxido de nitrógeno –NO2– sobre el planeta. Existe evidencia de que el cambio está relacionado, al menos en parte, con la desaceleración económica que siguió al brote de coronavirus.
Los niveles de contaminación en China son más bajos que el año pasado
Una de las mayores caídas en los niveles de contaminación se pudo ver en la ciudad de Wuhan, en el centro de China. Esta ciudad de 11 millones de personas fue sometida a un estricto cierre a finales de enero.
Según la NASA, los niveles de dióxido de nitrógeno en el este y centro de China han sido entre un 10 y un 30 por ciento más bajos de lo normal. Sin embargo, esto no significa que la calidad del aire sea repentinamente saludable en todo el país.
La contaminación en Italia también ha disminuido
Los cambios en el norte de Italia son particularmente sorprendentes. El humo que origina un grupo de fábricas tiende a quedarse atrapado en los Alpes al final del valle del Po. Esto lo convierte en uno de los puntos más críticos de contaminación de la Europa occidental. Desde que el país entró en cierre el 9 de marzo, los niveles de NO2 en Milán y otras partes del norte de Italia habían disminuido aproximadamente un 40%.
El brote de coronavirus mejorará la calidad del aire de Reino Unido
Los primeros signos sugieren que Reino Unido pueda seguir un patrón similar al resto de países afectados por el coronavirus. Pese a que el país por detrás de Italia en cuanto a términos de la propagación de la enfermedad y la respuesta del gobierno se refiere, los monitores de carreteras muestran niveles significativamente reducidos de contaminación en puntos críticos como Marylebone en Londres.
El bloqueo de la capital comenzó a principios de esta semana como medida para frenar la propagación del coronavirus. Los investigadores aseguran que, gracias a las restricciones que se han impuesto, es muy probable se reduzcan los niveles de dióxido de nitrógeno en Londres. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud –OMS– está investigando si las partículas de contaminación en el aire pueden ser un factor que propaga el coronavirus y lo hace más agresivo.
#Airpollution halves during first day of UK #coronavirus lockdown – Air Quality News https://t.co/zzxhatPxjv
— Airlite UK (@AirliteUK) March 26, 2020
La suspensión de las actividades industriales y de transporte como medidas para frenar el contagio del coronavirus nos ha demostrado el respiro que nuestro planeta necesitaba. También ha reafirmado la obligación de impulsar cambios a mediano y largo plazo para proteger al planeta. Y por ende, mejorar la calidad de vida de los humanos.